¿Alguna vez has sentido la palpitante necesidad de lavarte las axilas con ácido súlfurico?
Yo sí.
No se quien se levanto a las cuatro de la mañana pensando en una atractiva manera de vender desodorante, ¡dire que esconde el olor a vomito y orina!, ¿pero como decirlo de una manera sutil?.....y después de unos segundos se dio una palmada en la cabeza y exclamó ¡haré creer a la gente que Anahí usa este desodorante!.
No se si esta persona creyo que todas las niñas bulímicas con el coeficiente intelectual de una calabaza hervida de el país iban a correr como locas al supermercado más cercano demandando con los ojos llenos de lágrimas donde esta el desodorante milagroso, pero seguramente no penso en la posibilidad de que alguien en algún lugar en algún momento iba a sentarse debajo de la regadera llorando mientras se limpiaba las axilas con una fibra para lavar sartenes remojada en ácido.
Pero aqui estamos discutiendo porque ahora necesito más terapia y por qué los mercadologos nunca piensan en todos sus posibles clientes.
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