No Tengo vida.
sábado, 4 de octubre de 2008
omfg amo los polvorones en forma de cochino!!!
De hecho creo que puedo encontrar 15 razones por las cuales los amo:
1.Son polvorones...
2.Si te sientas en un parque sosteniendo uno los pajaros TE ADORAN.
3.Saben bien con leche.
4.Cuestan menos que un boleto de camion.
5.Tienes la opción de comprarlos cubiertos de chocolate.
6.Regalarle uno a alguien a dieta.
7 a 15. ¡¡¡Tienen forma de cochino!!!
Definitivamente los amo, de hecho todos los aman, solo que hay personas que no lo saben aún.
Pero Creanme....TODOS los aman.
Tenía uno cubierto de chocolate pero mi mama le arranco la cabeza brutalmente.
lunes, 28 de julio de 2008
la 8a Mierdavilla del mundo
Tengo el honor de presentarles, a las galletas más horribles de el mundo.
Y no es que sea tan jodida en la cocina, pero esta es la segunda vez que trato de hacer galletas y algo trágico sucede, pero estoy feliz de anunciar que esta vez lo trágico no termino en una manguera y una llamada a el departamento de bomberos, así que voy mejorando.
Y por si fuera poco, tengo el placer de informarles de que alguien disfruto de las galletas.
Actualización
Creo que les mencioné en alguna parte que eran las galletas más horribles de el mundo, así que no se porque les sorprende que parezcan mierda
Pero no soy mala en la cocina, solo que acabo de aprender que no debes de dejar el horno al cuidado de un pendejo.
Y como prueba de que no soy una lacra de la cocina, o por lo menos no tanto, aqui estan las galletas vueltas a preparar, pero esta vez con mi supervisión en el horno.
pero claro, tenía que hacer una galleta fea para continuar con la tradición.
lunes, 23 de junio de 2008
El nirvana de los hamsters
Ustedes pueden creer que estar acostado en una suave cama compuesta de algodon y tus propias heces fecales comiendo una palomita más grande que tu encefalo es el nirvana no solo para los hamsters sino para muchas especies.
pues esperen a descubrir los infinitos placeres de estar en un encierro de papel cubierto con una discreta capa de mantequilla y sal sobre una cama de palomitas y claro, tus heces fecales.